Römmele también ve una característica especial del este de Alemania que tuvo un impacto en las elecciones: “En comparación con Alemania occidental, la situación es más volátil. Tenemos menos personas con lealtades partidistas fijas. Esto significa que la gente está mucho más abierta a las fluctuaciones, por el momento”.
Otra característica llamativa es la notable diferencia entre zonas urbanas y rurales: “En Erfurt y Jena, Leipzig y Dresde, los resultados electorales tienden a reflejar los de Alemania occidental, donde tienes un público clásicamente urbano y muy diverso. Y luego están las ciudades pequeñas y medianas y las zonas rurales, y hay mundos intermedios”. Este análisis procede del sociólogo y autor de bestsellers Steffen Mau (“Trigger Points”).
Sociólogo Mau: Los políticos provocan deliberadamente a la población
Mau habla de una cesura histórica por tres razones: en primer lugar, porque ahora aumentan enormemente las oportunidades de la AfD para configurar el futuro. En segundo lugar, porque la cultura política se está “descivilizando”. Y en tercer lugar, porque aumenta la presión sobre los demás partidos para que formen coaliciones contra la AfD.
“Se trata de las clásicas coaliciones de defensa, que pretenden evitar lo peor, pero que conllevan enormes riesgos para estos partidos”, explicó Mau a dpa. Esto se debe a que cada partido tendría que abandonar parcialmente su propio programa y dar un paso atrás. La defensa contra la AfD podría, por tanto, volver a jugar a favor de la AfD.
Todo esto parece conducir a que la sociedad alemana se distancie cada vez más. Sin embargo, una de las tesis centrales de Maus es: “La fractura social no está ya ahí, la están creando los actores políticos.”
Según Maus, el método para ello es el “triggering”, la pulsación selectiva de determinados botones que provocan la ebullición de los sentimientos – por ejemplo, “lenguaje de género” o “dentaduras postizas para los solicitantes de asilo rechazados”. Esto intensifica el debate político, aunque las encuestas han demostrado en repetidas ocasiones que en realidad existe un amplio consenso sobre cuestiones clave en los distintos medios.
“La polarización se produce sobre todo cuando los actores políticos -yo también los llamo empresarios de la polarización- son capaces de imponer con éxito discursos que dividen a los grupos durante un periodo de tiempo prolongado”, afirma Mau. Se intenta crear división social a través de “cuestiones de guerra cultural”, como el género, para luego explotarlas en las elecciones.
Clubes de fútbol y coros como “preescolares de la democracia”
El politólogo Lewandowsky observa que los representantes de otros partidos también utilizan cada vez más esta táctica de los populistas de derechas: por ejemplo, la declaración de Friedrich Merz, presidente de los democristianos alemanes, sobre los “pequeños pashas” en las escuelas alemanas.
“Esto tiene dos efectos: Mantiene los temas de los populistas de derechas. Y se legitima la forma de hablar de los populistas de derechas”. Sin embargo, los estudios científicos y los resultados electorales muestran sistemáticamente: “Al final, no son los otros partidos los que se benefician de esto, sino los populistas de derechas.”