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Para el sociólogo y analista político el atentado contra el expresidente Donald Trump tendrá una “repercusión mínima” en los comicios de noviembre. Además, explicó que tampoco incidirá en el voto silencioso, porque la gente ya tomó una postura.
Pilar León Pardo
Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años, le disparó a Donald Trump, mientras el exmandatario realizaba el pasado sábado un mitin en Butler, Pensilvania.
Homicidio frustrado que dio la vuelta al mundo, provocando su condena internacional y también de parte del presidente de EE.UU, Joe Biden, quien hizo un llamado a la unidad y afirmó que “no hay lugar para este tipo de violencia”.
Así, se espera que este lunes en la convención republicana en Milwaukee, Trump sea nombrado como candidato oficial del Partido Republicano, instancia a la que el magnate llegó un día después de ser herido.
Sobre el impacto que tendrá este atentado en las elecciones presidenciales que se desarrollarán el 5 de noviembre, en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el sociólogo y académico de la Universidad Complutense de Madrid, Marcos Roitman, sostuvo que “tendrá una repercusión mínima, no creo que afecte en demasía”.
“Tendrá un mayor impacto al interior del Partido Republicano, que cerrarán filas con Trump y, por otra parte, también le darán a él una perspectiva mesiánica, pues salió indemne del atentado, lo que lo convierte y él así lo ha hecho, en un mártir”, explicó el también analista político y columnista de La Jornada.
– ¿Qué oportunidad implica electoralmente este atentado al Partido Demócrata y a Joe Biden?
Como todo hecho no previsto tiene también su repercusiones dentro del Partido Demócrata, pero porque ya estaban en una disputa interna ante la propia situación que enfrentaba Biden. Él ha intentado, por un lado, salir al paso hablando de que la violencia no puede ser una lógica en la dinámica política, asumiendo, por tanto, una perspectiva consensual, ha llamado a Trump, ha procurado por todos los medios aparecer como el estadista, que supuestamente es, pues en el primer debate había quedado completamente minimizado y ridiculizado.
En ese sentido, creo que puede afectar, no sé hasta qué punto al Partido Demócrata, sino más bien profundizar la brecha. Tal vez Biden intentará liderarlo por todos los lados, pero mucho me temo que la situación para el actual presidente sigue siendo igual de problemática que lo era antes del atentado, no creo que cambie sustancialmente. Ahora tiene una perspectiva distinta, porque él está actuando como presidente, pero dentro de la disputa para ser electo por el Partido Demócrata ahí es donde hay una pelea mayor, y yo creo que los bandos dentro del partido, van a pelear. Hay que recordar que, incluso, el propio Bernie Sanders se declaró a favor de Biden, lo cual es extraño, pero bien, todo puede pasar.
– ¿Profundizar la brecha?
Se puede profundizar la brecha en tanto que el Partido Republicano hará de este hecho una necesidad mayor de cerrar filas con Trump y de alguna manera eso puede activar un militancia en sectores retraídos para apoyarlo. Y eso puede ser utilizado como la necesidad de hacer frente a esa nueva dimensión del ‘carisma’, si cabe de Donald Trump, y para eso necesitan a una persona que reúna unas características distintas. Ahí es donde entra la brecha, es decir ¿es Biden la persona que en estos momentos puede hacerle mella, sombra a Trump?
Sin embargo, diría que el problema es más de fondo, que esas dos personas incapacitadas para gobernar van a ser candidatos. Más allá del atentado contra Trump, más allá de Biden en términos de ser o no ser un candidato idóneo, es simplemente cómo los dos partidos han caído en este grado absoluto de descomposición interna. Que estas dos personas representen el futuro del control económico, político y de la hegemonía militar dentro del bloque occidental.
Es cierto, tenemos un problema de contingencia, que es que han intentado asesinar a Trump, pero si uno se pone en términos de perspectiva la pregunta es otra: ¿Cómo es posible que dos personas incapacitadas, una con vacíos en la vida cotidiana, y otro acusado y condenado por delitos de corrupción, de violación, de apropiación indebida, de falta de pago de impuestos, sean aclamados para ser candidatos a presidente? Eso demuestra la degradación de la sociedad norteamericana.
– Y también la de los partidos políticos…
Lo que pasa es que los partidos políticos, el Demócrata y el Republicano, si tomamos en cuenta la historia en el caso de EE.UU, juegan bien poco, ahí en realidad los protagonistas son los lobbys, los centros de poder, los que financian.
En EE.UU los partidos políticos tienen poco peso, en términos de la estructura de la lógica de poder. En términos de la jerarquía, diríamos que es una institución de segunda o tercera línea. Ahí juegan más bien los grupos de poder. La prueba está en que Trump era una persona que no jugaba dentro del propio partido y, sin embargo, miremos lo que ha hecho.
Lo que quiere decir que el partido tiene poca capacidad de decidir sobre sus propios candidatos porque ellos tienen la fuerza en otros lados, es decir, en el ámbito económico, en el político, es decir, en el complejo industrial militar, en el capital financiero.
– ¿Cómo Trump puede utilizar este discurso de “heroe americano” a su favor si su partido promueve el uso de armas por parte de la ciudadanía?
El lobby del rifle es muy importante, es decir, no tiene más respuesta que el papel que juega la industria armamentista en las decisiones políticas. El concepto de la violencia articulada en términos del control de armas ya lo intentó Obama, vamos a suponer, muy superficialmente. Vemos que toda la derecha a nivel mundial, incluso Bolsonaro en el caso de Brasil, articuló la posibilidad del uso de las armas, lo que significa que hay todo un lobby y un sistema empresarial de armamento que en el fondo busca lucrar con la idea de la seguridad individual.
Lo que quiere decir que está en el ‘sentido común’ de los EE.UU poseer armas (…) El armamento entendido como seguridad personal e individual, sentir que no estás respaldado por el Estado y que tú tienes que ejercer, supuestamente, tu poder individual frente a una violencia que usurpa tu vida cotidiana.
El uso de la violencia se legitima, entonces, en términos de la concepción misma que tengan de la guerra, pues cuando la guerra es total, que implica al ciudadano, es la guerra de todos contra todos, y tú te vas a intentar defender a través de armas de grueso calibre.
– Entonces ¿el debate en ese plano no se va a dar?
No, en absoluto. Son muchos los votos, es mucho lobby. Lo mismo pasa con el lobby sionista. Pero, sí, por ahí debería ir la discusión.
– ¿Cómo va incidir el atentado en el voto silencioso?
No creo que afecte en los Estados Unidos profundos, que se llaman (…) La gente ya ha tomado una postura, primero, porque no son candidatos nuevos, estamos hablando de dos personajes que tienen una historia muy larga en la acción política.
Son dos viejos conocidos, con lo cual la gente de ese EE.UU profundo tampoco va a cambiar. Y si cambia, va a ser muy poco.
El Partido Republicano lo que va a hacer es consolidar la figura de Trump, lo cual es un peligro muy grande para la paz mundial, no para EE.UU. No quiero menospreciar a ningún país, pero estamos hablando de una nación que tiene armas nucleares, que controla la OTAN, que domina geopolíticamente una parte importante de la ONU.
Ése es el problema, nos enfrentamos a una situación muy grave, a una deriva que nos lleva, de hecho, ya estamos en una guerra neocortical del control del pensamiento, de la incapacidad de pensar y de reflexionar y de conciencia. Si no, sería imposible tener estos dos candidatos.
Por: Pilar León Pardo