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A través de un comunicado difundido por redes sociales, sus compañeros de banda definieron la decisión como “compleja, meditada y consensuada”. En principio, su alejamiento se debió a un cuadro hipertensivo con antecedentes cardiacos.

Diario UChile

Es definitivo. Luego de restarse de los escenarios en febrero del 2024 y en medio del retorno de la histórica agrupación chilena de la que fue miembro fundador, el baterista Mauricio Basualto anunció su retiro definitivo de Los Bunkers.

Así lo dio a conocer la banda a través de un comunicado oficial difundido en sus redes sociales. “Con la confianza y cariño que sentimos por los seguidores de nuestra música, queremos comunicar oficialmente la salida de Mauricio Basualto de Los Bunkers“, explicó el escrito.

“Como ustedes saben, Mauro está alejado de los escenarios desde el primero de febrero de este año por temas personales. El grupo agradece el apoyo y el cariño brindado en estos meses y sobre todo el respeto que han manifestado en esta situación”, agregaron.

Cabe destacar que, en una primera instancia, el alejamiento del percusionista fue por una serie de problemas de salud relacionados con un “cuadro hipertensivo con antecedentes cardiacos”, que los obligó a suspender un show en Iquique luego de tocar cuatro canciones.

“Vamos a ver que vamos a hacer para poder reponerles la fecha a todos ustedes que están aquí. Sabemos que tanto a ustedes como a nosotros nos emocionaba mucho tocar, pero lamentablemente no podemos y tenemos que resguardar su salud. Tiene que tomarse unos exámenes ahora y ver qué podemos hacer. Tenemos que esperar la resolución médica”, señaló entonces Mauricio Durán. “Les pedimos que manden las mejores vibras para Mauro y su pronta recuperación”, agregó.

Desde entonces que Natalia Pérez, conocida artísticamente como Cancamusa, tomó la posta como baterista de la banda, reemplazando a Basualto en dos citas tan importantes como el Festival de Viña del Mar y los dos conciertos en el Estadio Nacional. Sin embargo, todavía no se ha confirmado su permanencia definitiva -o no- en el grupo.

De todas formas, sus compañeros de banda calificaron la decisión del músico como “compleja, meditada y consensuada que, más allá de la tristeza que acarrea, hemos entendido como el paso correcto en honor a la historia del grupo, su presente y su desarrollo en el futuro”.

Finalmente, cerraron afirmando que “Mauro siempre será parte de la historia de Los Bunkers y nos sigue uniendo una amistad de más de 20 años. Sin su energía y talento, la banda no estaría en el lugar que ocupa hoy. Por esta razón, le deseamos lo mejor y mucha luz en los caminos que decida transitar de ahora en adelante”.

Por: Diario UChile

Martes 23 de julio, 2024

Este artículo fue publicado originalmente en Radio Universidad de Chile.

Chico Buarque (Foto: https://www.chicobuarque.com.br/))

Este 19 de junio, el imprescindible artista brasileño cumple 80 años de vida. Un trayecto marcado por la excelencia musical y un profundo compromiso con los derechos humanos y que es valorado por colegas y expertos de forma transversal.

Catalina Araya

En términos prácticos, es la vida cotidiana, repetitiva y mundana de un obrero que muere tras caer desde la cúspide de una construcción. Un relato común y corriente que, en manos de Chico Buarque, se transformó en un verdadero himno sobre la enajenación laboral y las relaciones sociales de producción, en una época donde Brasil sucumbía ante una dictadura.

Era 1970 y Buarque -pilar fundamental de las artes brasileras- se encontraba apenas volviendo a su país tras pasar algunos años de exilio en Italia. El caso de “Construção“, una de las tantas composiciones épicas que componen el disco que recibe el mismo nombre y que supo burlar la censura militar vendiendo más de 140 mil copias, es apenas una muestra del genio artístico de quien se perfila como un músico fundamental de la canción latinoamericana.

Este 19 de junio, Chico Buarque cumple 80 años de vida. En ese contexto, cualquier análisis u homenaje a su obra musical, literaria y humana corre el peligro de resultar inabarcable. Aun así, un grupo de músicos y especialistas consultados por Radio y Diario Universidad de Chile se aventuraron a descifrar los elementos que hacen de su nombre ineludible de nuestro cancionero.

Marisol García, periodista musical y escritora

Imagino que algunos autores asocian a Chico Buarque a la Música Popular Brasilera (MPB). Pero creo se desmarca un poco de ahí. La MPB se caracterizó por llevar a las radios, a la televisión y a las audiencias masivas un tipo de canción un poco más propositiva que lo que existía hasta entonces. De alguna manera, hacer un cruce entre la canción autoral y el pop.

Ahí existen grandes nombres que van desde Roberto Carlos hasta Caetano Veloso. Y para mí, el carácter autoral de Chico Buarque es tan fuerte que me cuesta asociarlo a colectivos. Me parece que él tiene un estilo y una impronta lo suficientemente poderosa como para pensar en él de manera única e individual, alejado de los grupos generacionales que coinciden con él.

En lo musical, el disco ‘Construção’ tiene un montón de innovaciones y marcas que lo convierten en una cumbre de la canción iberoamericana y todos a quienes nos interesa la música tenemos que pasar por ahí alguna vez. A mí me resultó revelador en dos cosas.

La primera, son los arreglos de orquesta y los arreglos musicales en general. Son muy innovadores, complejos, ingeniosos. Son canciones que uno se imagina que fueron compuestas a pura voz y guitarra, pero son grabadas de una manera que en algunos momentos resulta majestuosa y en otros, de vanguardia. Y es un tipo de música que no se puede escuchar ligeramente. Hay que estar muy atento al montón de decisiones de producción y de arreglos que son brillantes y que han envejecido súper bien, por lo demás.

También entiendo que en el contexto social y político de Brasil haya sido un disco propositivo en cuanto a las letras. Ya la pura canción que le da título al disco es el retrato de un trabajador, de un hombre entre comillas común y corriente, que en el día a día se ve enfrentado de pronto a un suceso dramático. En ese sentido, pienso también en lo que pasaba en Chile con la Nueva Canción Chilena, que es un movimiento que logra poner en el centro de la canción a protagonistas que no son glamorosos ni exitosos. Que no son héroes.

Sino que comienzan a meter en la canción popular vidas comunes. Trabajadores, madres, estudiantes. Es algo que con el paso de las décadas ya se nos ha vuelto más natural y familiar. Pero que para esos momentos era un atrevimiento. En el fondo, ‘Construção’ es el disco de personas comunes tratadas como héroes musicalmente, porque la música los lleva a una altura grandiosa.

Sobre el legado de Chico Buarque en sus 80 años, me imagino que lo que podemos comentar desde fuera de Brasil es muy diferente a lo que los propios brasileros van a celebrar en estos días y que merece que sea a toda fiesta. Lo que pasa es que, para nosotros, fuera de Brasil, es un autor al cual llegamos con cierto esfuerzo. No está Chico Buarque en las radios, salvo algunas composiciones en las que él participó. Pero no es una figura cercana, familiar. Tenemos que salir a buscarlo, a escucharlo, a leerlo. Porque también está en sus novelas.

Y lo admiramos como un autor que nos resulta revelador, pero que no es parte del circuito cultural chileno masivo. En Brasil es otra cosa, me imagino que es una referencia de poesía, de creación ineludible, y que ha resultado por eso súper influyente para la cultura brasilera completa. Hago la distinción porque, al menos para mí, el agradecimiento y la admiración que le tengo a Chico Buarque, que son enormes, han provenido de ese salir a buscarlo, entenderlo y apreciarlo. En ese sentido, le tengo envidia a los brasileros que lo tienen ahí como una figura cotidiana.

Paulo Paranhos, guitarrista brasilero

Yo particularmente lo relaciono a la generación de la MPB, ese período, en la segunda parte de los años 60, en el medio de la dictadura. Tiene un tipo de música que es muy interesante, pero creo que él se destaca frente a esa generación desde el punto de vista social.

Él era carioca, de una clase media alta, y entonces tiene todo un tipo de influencias tanto musicales como sociales que son distintas de otros músicos de su generación. Y en la parte individual también algo como intérprete, que para mí es interesante. Y es que él se muestra sin miedos, con un tipo de voz que no es de cantante, con una parada súper pobre entre comillas, una forma nada teatral.

Esa también es una forma muy de él, una cosa interesante que destaco y valoro mucho. Y no es solamente músico. Es letrista de una forma muy potente, escribe libros. Eso igualmente es parte de otros músicos de su generación, pero creo que él tiene una cierta igualdad entre esas dos cosas, ser músico-cantante y compositor-letrista. Algo que está muy bien equilibrado.

Y como músico solo tengo para agradecerlo. Mi formación, mi concepto musical viene desde lo que él creó. Obviamente es parte de un movimiento, de toda una generación que viene antes que él, pero sigue siendo una parte muy influyente en ese sentido.

El concepto de música que tengo, el tipo de aptitudes musicales que tengo, tiene mucho que ver con su música. Y principalmente con esa idea de una música autóctona brasilera mezclada con una cosa más moderna, post bossa nova, con una riqueza armónica y orquestal muy interesante. Además, en forma de canción, con letra y todo. Esa posibilidad de mezclar, de desarrollo musical, para mí es genial y veo mucho eso en su música hasta ahora, en sus 80 años.

Tita Parra, cantautora chilena

Chico Buarque es realmente un fenómeno dentro de la música de Brasil por el talento, principalmente. Un talento muy rico, que relaciona muy bien en sus composiciones las palabras y la poesía profunda con la música. Tiene una capacidad melódica y de armonía gigante que fue desarrollando a lo largo de su vida. Y llegando a una calidad compositiva y poética muy alta.

Esa es una de las características más grandiosas y prodigiosas de la obra de Chico Buarque. Por otro lado, también tiene mezclada en su poesía una temática con la cual hace una similitud muy cercana, muy profunda con la vida popular de los brasileros. Como amante del fútbol y como un protagonista de luchas juveniles contra la dictadura del año 64, Chico Buarque se convirtió en un ícono e hizo canciones que fueron verdaderos himnos para las luchas de esos años.

Fue perseguido, fue censurado, apresado. Estuvo un tiempo en Italia manteniéndose distante de la persecución. Muy poco tiempo, porque siempre volvía muy valientemente. Incluso fue apresado a la salida de un concierto. Y sus canciones tenían una significancia gigante. Arrasaron. Por ejemplo, ‘Apesar de você’, esa canción que realmente se convirtió en un himno en Brasil.

Son varias cosas las que caracterizan a Chico Buarque. El talento, por un lado, su valentía, su cercanía y su empatía profunda con el pueblo, con la gente joven, con la gente de su época. Y con las costumbres típicas de su país, como puede ser el fútbol, la vida popular cotidiana. Eso también es muy lindo en el trabajo de Chico Buarque.

Además, después se convirtió en un gran escritor. Desde joven empezó a trabajar en obras de teatro haciendo musicalizaciones de grandes dramaturgos, escribiendo, trabajando con actores. Una larga lista de obras de teatro y de trabajo musical en obras. Y también hizo novelas. Incluso ha ganado premios como escritor.

Y finalmente, obtuvo el título del mejor músico del siglo XX. Así que estamos frente a un genio. Chico Buarque es un genio de la música, la poesía, la escritura. Y también como ser humano es muy amado. Es muy cercano a pesar de que es tímido en ciertas ocasiones. Es muy querido, muy idolatrado en Brasil por su altísimo nivel artístico y humano.

César Albornoz, Doctor en Historia especializado en música

Todo esto es en gran parte mi apreciación personal. Porque Chico Buarque está instalado no solo en la Música Popular Brasilera, sino también en la música popular latinoamericana. Estamos hablando de una de las figuras referenciales junto a otras como Joao Gilberto.

Pero desde mi perspectiva, la gran importancia de Chico Buarque es que, de alguna forma, es el representante desde Brasil de la nueva canción latinoamericana. Lo veo con una relevancia que va más allá de lo musical. Más allá de haber sido un intérprete que tiene incorporado el bossa nova dentro de su repertorio, como referente de la MPB en particular y todo eso.

Es aquel cantante que se instala en la época de las dictaduras latinoamericanas y específicamente de la dictadura en Brasil. Y que tiene una particularidad, pues las dictaduras de la última horneada de Latinoamérica, Pinochet entre ellas, que se instalan en relación a la política de contención al comunismo desde Estados Unidos implementada desde los años 60 en adelante, debuta en Brasil.

La Doctrina de Seguridad Nacional comienza en Brasil y coincide con que sea también su aniversario 60. Por lo tanto, los primeros regímenes de esas características son los brasileros. Y en tiempo de dictaduras, incluyendo la chilena, la argentina, la brasilera, algunas músicas se instalaron en oposición a ellas. Lo sonoro fue una especie de espacio de resistencia.

Y desde mi opinión, la gran virtud, la gran figuración de Chico Buarque se instala ahí. Algunas de sus canciones como ‘Apesar de você’ o ‘Cálice’, son canciones muy representativas de lo que era la música popular en oposición, con esos mensajes con doble lectura para superar la censura. Igualmente vivió el exilio, como gran parte de los músicos la nueva canción latinoamericana.

Recuerdo haber escuchado hace años un festival por la paz que se hizo en apoyo de la Nicaragua que estaba siendo agredida por Estados Unidos cerca del año 83 y donde estuvo gran parte de esa nueva canción latinoamericana que se caracterizaba por su compromiso político. Amparo Ochoa, Silvio Rodríguez, y también Chico Buarque.

Me parece que ahí está la gran especificidad del artista, más allá, insisto, de su excelencia musical, que es indiscutible. En la perspectiva de una historia sociocultural de América Latina, me parece que tiene ese lugar importante.

En cuanto a la historia de las músicas, y en el caso de Brasil, a comienzos de los años 60 se había instalado ya el bossa nova con mucha fuerza. Una música muy influyente que fue atendida también por toda la escena de jazz de Estados Unidos y que hasta el presente forma parte del imaginario sonoro subcontinental.

Mantiene su fuerza, pero el auge fue a comienzos de los 6o. Fue decantando y aparece lo que en Brasil le llaman la MPB, que no es el equivalente a música popular brasilera como lo fuera cualquier música popular, sino que fue un movimiento más acotado. Básicamente, una especie de instalación en el gusto masivo de los códigos de la bossa nova con figuras que empiezan a mezclarlo con otros géneros, con el rock inclusive, con mucha presencia en televisión.

Y desde ese MPB aparecen una serie de otros movimientos que son más agresivos en términos de vanguardia. Me refiero particularmente a la tropicália, con Os mutantes, Caetano Veloso, etc. En eso, es interesante que la figura de Chico Buarque resulta transversal. Si bien en la mayor parte de la historia de la música lo instalan como representante del MPB, Chico Buarque tiene un nacionalismo en términos de recuperación de la raíz folklórica y de la tradición de la música brasilera que no es tan presente en la MPB. Tampoco en la tropicália. Eso mismo hace a Chico Buarque asumir un compromiso bastante sólido en oposición a las dictaduras.

Y las grandes figuras como Chico Buarque tienen esa virtud, que son, de alguna forma inclasificables. Porque son trascendentales a los movimientos, son súper significativas en su historia y son particularmente de calidad en términos de la disciplina que cultivan. Eso es lo que lo transforma en el referente que todos tenemos. Y todos escuchamos a Chico Buarque. A todos nos gusta. Es muy difícil que no sea así.

Por: Catalina Araya

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Junio 16, 2024

Este artículo fue publicado originalmente en Radio Universidad de Chile.

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La hipocresía mató al gato, banda indie chilena.

“Reflexiones tempranas” es el nombre de la más reciente placa de los chilenos Nicolás Roa y Tomás Cordero. Un estreno celebrado a sala llena en el Centro GAM el primero de junio, y que llega a consolidar su variopinto universo sonoro.

Catalina Araya

Una necesidad visceral de expresarse. Esa fue la sensación que motivó la fundación de La Hipocresía Mató al Gato, banda chilena compuesta por los músicos Nicolás Roa y Tomás Cordero.

Cuando se conocieron -a principios del 2019 y por un amigo en común- todavía no había muchas luces de toda la convulsión social que remecería a nuestro país. Y aunque comenzaron su relación profesional como compañeros de un estudio de grabación, el estallido social y la posterior crisis sanitaria desatada por la pandemia cambiaron sus planes.

“En ese momento pensamos ‘ya, tenemos todo esto .¿Por qué no vamos estas dos semanas que va a durar esto a encerrarnos a una casa?’”, recordó Roa sobre la decisión que definió los años posteriores. “Empezamos a hacer canciones, las encontramos bacanes, pero sólo pensamos en subirlo a Soundcloud y mostrárselo a nuestros amigos, nada más“.

“Era pasarla bien”, agregó Cordero, dejando claro que todo arrancó como una idea sin mayores pretensiones. Al menos hasta que se percataron de que había mucha más proyección dentro de esas composiciones. “Empezamos a ver que esto daba para largo, que la pandemia no iba a ceder tan rápido, y también a sentir que el proyecto estaba bueno, que las canciones nos gustaban mucho, que nos hacían mucho más sentido que lo que estábamos haciendo antes, y ahí empezamos a reclutar gente. Postulamos a un fondo de la música y lo ganamos. Ahí pensamos ‘oh, tenemos que hacer un disco’“, sumó Tomás Roa.

Así fue como arrancó La Hipocresía Mató al Gato, una de las propuestas más interesantes de la escena local actual y que ya lanzó su segundo trabajo de estudio. Bajo el nombre de “Reflexiones tempranas” y con un universo cargado de referencias pop (entre ellas, alusiones a personajes tan icónicos y variopintos como Charly García, Jorge González y Felipe Avello), los músicos lograron construir una propuesta repleta de símbolos oníricos que, según explican, respondió a cómo se estaban enfrentando a la cotidianidad y a la vida misma desde su propia vereda.

La Hipocresía Mató al Gato, banda indie nacional

“Este nombre, ‘Reflexiones tempranas’, nace a partir de la idea de hacer las cosas desde las vísceras, por cómo uno se enfrenta a ellas en el primer momento, provocando que surjan ciertas ideas, inquietudes, incomodidades, preguntas y también respuestas”, afirmó Cordero. “Y el relato auditivo fue surgiendo junto a la necesidad creativa de contar historias, que es algo que a nosotros nos gusta mucho hacer desde que empezamos este proyecto. El primer disco también narra un relato y es continuo musicalmente. Quisimos replicar esa fórmula para darle continuidad y cerrar ese ciclo, de hacer estas largas historias que cuentan un relato”.

En el marco de esa búsqueda es que definen la narrativa de esta placa -estrenada el pasado 1 de junio en un efusivo concierto en el Centro GAM- como el relato de un día común y corriente. “Es algo que llegó casi al final del proceso. De hecho, el track principal es ‘Día normal‘, que narra un día cualquiera. De cualquier persona, y que empieza cuando uno se levanta. De hecho, parte con un sueño, que es lo primero que pasa en el día, donde aparece esta parte onírica de Charly, de Avello”, precisó Cordero.

Sin embargo, y más allá de la propuesta sonora, el proceso de producción del disco fue uno de los factores que marcaron una diferencia con lo que fue su debut discográfico, bautizado de forma homónima. Una de ellas fue la oportunidad de viajar hacia argentina para realizar las grabaciones.

“Es primera vez que trabajamos en un estudio fuera de Chile. Y también trabajamos con varios productores. Estuvo Javier Barría, el Jim Hast. Ampliamos nuestra cartelera de feats con colaboraciones junto a Bronko Yotte, con la Nico Bunout. También nos repetimos el plato con Motafonkas porque es muy bueno”, sumó Roa.

Sobre ese mismo punto, su compañero igualmente hizo hincapié en que el nivel de maduración sonora que consiguieron con este LP les resultó evidente. “Hacer un disco inevitablemente te enseña muchas cosas. Haber hecho el primer disco en un encierro, casi en tres meses, un día tras otro, también nos marcó. Estábamos con muchas cosas contenidas. Veníamos del estallido social, estaba empezando la pandemia. Había mucho ocurriendo y estábamos con una energía también bastante alta. Ese disco fue una especie de catarsis, mientras que este fue algo mucho más pausado, donde fuimos canción por canción, compensando mucho más el sonido. Fue un poco más reflexivo, tuvo esa mirada de pensar cómo queremos realmente sonar, y no que la canción sonara como consecuencia de lo que íbamos creando en el momento”.

Resistir a través del disco

Durante los últimos años, y tras el avance de las plataformas digitales en desmedro de los formatos físicos, la publicación de discos de larga duración se ha visto amenazada por la lógica de los singles. Lanzamientos fragmentados que han hecho más difícil la promoción de álbumes unidos por un relato en común.

Eso es, justamente, lo que los músicos de La Hipocresía Mató al Gato buscan evitar. “Se ha perdido un poco el hecho de escuchar conscientemente la música. Siento que ahora, con lo digital y la cantidad de ofertas y canciones y tantas formas que hay de escucharlo, se ha perdido un poco la escucha consciente, detenida, pausada”, señaló Nicolás.

Nosotros apelamos un poco a eso, a que nuestro público pueda seguir teniendo esas escuchas prolongadas en el tiempo con, por ejemplo, un disco de 40 minutos. Y hoy no es fácil tomarse 40 minutos de la vida en general, en la cotidianidad. Al final no sé si es un arma de doble filo, pero la industria en general no es eso lo que está buscando. Pero también nosotros defendemos eso, el hecho de que la música también sea un espacio de reflexión, de encontrarse con uno mismo dentro de una canción. Creo que por ahí estamos buscando otro nicho, otro tipo de gente, más allá del mainstream”, agregó Roa.

“Todo se esfuma rápido”, añadió Tomás. “Es como la compra de ropa en el retail. Yo también compro ahí para salir del apuro muchas veces, pero es ropa que no dura nada, versus otra que está hecha y pensada para durar más en el tiempo. Esta es más o menos la misma búsqueda”.

Además, se trata de una pretensión reflexiva que parte desde su mismo nombre. “Al final, somos tan hipócritas que eso es lo que nos está llevando a extinguirnos, a matarnos a nosotros mismos, a matar el planeta que nos dio vida y que nos ha cuidado todo este tiempo. La humanidad no hace más que maltratarlo y hacer caso omiso a todas las advertencias de que tenemos que cuidarlo porque sin mundo no hay vida”, explicó Cordero.

“Y este nombre nace como eso. Fue una vuelta al refrán de que la curiosidad mató al gato. Al final no es la curiosidad la que le hace mal al ser humano ni la que lo va a matar, sino que es la hipocresía misma. Tomó fuerza ese nombre, pasó a ser el nombre del primer disco y después, cuando estábamos en la búsqueda del nombre del proyecto, nos dimos cuenta de que no había que buscar más lejos”, concluyó.

Por: Catalina Araya

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Junio 05, 2024

Este artículo fue publicado originalmente en Radio Universidad de Chile.

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El excepcional trovador cubano lanzó este viernes su primer disco de larga duración en tres años. En el álbum el artista plantea sus inquietudes a través de ritmos fusionados y versos llenos de contingencia, y ya está disponible en las plataformas.

Catalina Araya

“Es difícil ponerle nombre a un disco. Primero iba a ser ‘Canciones del siglo XXI (menos una)’. Después pensé en ‘Después’. Por último, me he decidido por ‘Quería saber’. Aunque quizá debería llamarse ‘Quiero saber’, porque eso es lo que me mueve”. Hace algunas semanas, una nueva entrada del blog personal de Silvio Rodríguez -nombre imprescindible del cancionero latinoamericano- entregaba algunas luces sobre lo que sería su más reciente disco, cuyo proceso de bautismo fue descrito así por el mismo cantautor.

La espera terminó durante la mañana de este viernes 7 de junio. Tal como estaba planificado, y luego del estreno de los singles “América” y “Quería saber“, el músico liberó las 11 composiciones que forman parte de su primer álbum de estudio en tres años.

El mismo Silvio compartió detalles sobre el proceso detrás de esta placa: “La única canción que no es de este siglo es la última, o sea: ‘Tonada para dos poemas de Rubén Martínez Villena’. Compuse esta música a principios de los 70, cuando Roberto Fernández Retamar -poeta y ensayista cubano- me pidió que hiciera un disco con poemas de Martí y le dije que no me atrevía, por la calidad de los que habían salido con la autoría de Pablo Milanés, Sara González y Amaury Pérez”.

“Entonces Roberto me sugirió que lo hiciera con poemas de Rubén, poeta y revolucionario de los años 30, que ambos admirábamos. Logré musicalizar algunos de sus versos, pero lo único que decidí mostrar fue mi acercamiento a estas dos intensas cuartetas alejandrinas, tan vigentes. Por entonces grabé una versión con Emiliano Salvador, Eduardo Ramos y Leoginaldo Pimentel, integrantes, como yo, de aquel remoto Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC (GES). Creo que esta nueva versión también vale la pena, por los excelentes músicos que me acompañan”, confesó sobre el origen de la onceava canción del disco.

Sobre las otras, que define como “las actuales”, compartió que las cantó “en muchos conciertos de barrio. Y creo que son como este joven y maltrecho siglo, al que espero que un buen día le crezcan las alas“.

La cantante y actriz chilena Carmen Prieto es una de las tantas artistas nacionales que se sienten profundamente conectadas con la música del cubano. “Mi relación con Silvio viene desde muy pequeña. Comienza luego de escucharlo, de sentirlo, a través de un disco de acetato que contenía el single “La era está pariendo un corazón”. O sea, prácticamente desde sus inicios. En mi casa se instaló también la música cubana de raíz, social, la revolucionaria, la trovadoresca. Todas esas músicas se escuchaban en mi casa, y entre esos a Silvio”, afirmó la cantautora.

En ese sentido, la primera escucha de “Quería saber” se cuadra con las emociones que le han despertado sus anteriores trabajos a lo largo de los años. “La primera sensación que me llega, que se me instala con este nuevo material de Silvio, es que la poética, su poética, se impone por sobre todas las cosas. Sus letras siguen siendo un llamado a las preguntas, a las incertezas, a la mirada global, territorial también, de este mundo que vivimos. De este siglo, él habla por ahí de este siglo un poco entristecido, sin alas. Eso es lo primero que se me viene, sus letras, sus preguntas, su insistencia en eso”.

 

Silvio de Chile

 

La cercanía del trovador con nuestro país es un hecho incuestionable. Así lo destacó el periodista y crítico de música, Marcelo Contreras: “Silvio Rodríguez es uno de los cantores internacionales más reconocidos que tiene este país con una relación larga que viene desde el tiempo de la Unidad Popular. Todo lo que él significó durante el período de la dictadura fue un refugio musical para muchísima gente. Y marcó transversalmente a la gente joven del período de Pinochet, independiente del tinte político, lo cual es bien curioso”.

Le gusta a gente de izquierda y de derecha“, agregó Contreras sobre ese último punto. “Y la verdad es que la demostración más flagrante de la capacidad de convocatoria y la popularidad que tiene en este país fue cuando él regresó a Chile terminada la dictadura. El concierto que da en el Estadio Nacional es absolutamente multitudinario. Recordemos que él dedicó una canción a lo que había sucedido en Chile tras el golpe de Estado”, afirmó referenciando a “Santiago de Chile“, uno de los grandes himnos sobre esos oscuros años. “Escuchar a Silvio Rodríguez tenía casi algo medio de rebeldía, y por otro lado conectaba muy bien con el pueblo chileno porque al menos en sus primeras etapas su música era extraordinariamente melancólica, nostálgica. Y esos son elementos que están dentro de nuestra genética”, sumó.

 

Otro punto abordado por el crítico es la permanencia en el tiempo del trabajo del cubano. Una actividad musical constante que lo posiciona a la altura de otros grandes ídolos que continúan sosteniendo una carrera prolífica a pesar de rondar los 80 años, como Paul McCartney o Caetano Veloso. 

Algo que, para Contreras, tiene que ver con el aumento de la expectativa de vida en general. “Hace 30 años se hacían chistes sobre las giras de los Rolling Stones. En ese tiempo tenían 50 años. Hoy en día, las bandas del grunch o de ese período ya son músicos que van por los 60. Red Hot Chilli Peppers, Pearl Jam. Es algo que se ha extendido en la medida en que la esperanza de vida, en general, también se extiende. También se va reflejando en estas figuras que, por cierto, varias de ellas ya han superado los períodos de exceso y se cuidan. Y están en condiciones de estar todavía en el escenario“.

“Y me parece extraordinariamente positivo en la medida en que igualmente se valora el aporte de la gente que está en plena tercera edad y que sigue activa, y que tiene la capacidad de entretener e irradiar esa energía a través del arte. Así que me parece fantástico que eso suceda”, concluyó el periodista.

Una visión que es compartida por Prieto. “Por supuesto que es importante que un músico, poeta, creador, trovador de la magnitud de Silvio siga trabajando material, canciones, sonidos, armonías, armonísticas nuevas. Nuevas y viejas a la vez, porque lo bueno de un creador como Silvio Rodríguez Domínguez es que su propio movimiento circular nos lleva de lo nuevo a lo viejo y a lo medieval de sí mismo, de su obra. Es como que un poeta dejara de escribir porque ya lo escribió todo, ya lo dijo todo. Es imposible“, reflexionó la artista.

“Todavía queda por decir, desde sí mismo, desde su recorrido, desde su acumulo. Bienvenido el nuevo material, el nuevo disco, las nuevas canciones de Silvio. Por lo demás, me quedo con dos preciosuras como ‘Ángel ciego’ y ‘Nuestro después’. Para mí, sublimes como siempre. Que sigan las nuevas canciones siempre en Silvio Rodríguez”, cerró.

Por: Catalina Araya

Foto principal: Quería saber, último disco de Silvio Rodríguez.

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Junio 07, 2024

Este artículo fue publicado originalmente en Radio Universidad de Chile.

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