Para el senador DC, Iván Flores, el proyecto de la falange se ha ido “desperfilando” con el tiempo. Mientras que para el politólogo de la Usach, Marcelo Mella, la crisis electoral se arrastra desde el retorno a la democracia.
Bárbara Paillal
Con victorias en solo tres comunas de 19 candidaturas durante las recientes primarias municipales, la militancia de la Democracia Cristiana (DC) levanta todas las alertas de cara a los próximos comicios de octubre, la instancia determinante para conocer el estado del arte de las fuerzas políticas. Si bien el futuro para la falange es incierto, para muchos, el reciente desempeño electoral es un síntoma más del declive de la falange.
Para la analista y fundadora de Latinobarómetro y MORI, Marta Lagos, “la Democracia Cristiana es un partido en extinción que en esta elección demuestra aún más su debilidad“, mientras que el filósofo y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Cristóbal Bellolio, indicó que la falange ideológicamente no tiene nada que ofrecer: “Su cuadro se ha deteriorado, su partido se ha desmembrado, su votación histórica se ha ido encorvando generacionalmente”.
Quién discrepa de los diagnósticos es el senador de la DC, Iván Flores. Para el parlamentario, hablar de debacle es una exageración considerando que las elecciones primarias no tienen mayor validez en las proyecciones estadísticas porque abarcaron solo el 17% de las comunas, y teniendo en cuenta que -previo a- existió una negociación muy dura para la DC.
“A mí no me complica el resultado de esta primaria, para nada, sin embargo, sí estoy de acuerdo con que habemos algunas voces que decimos que la Democracia Cristiana se ha venido desperfilando por una falta de liderazgos, más allá del liderazgos del propio partido, los liderazgos que importa que son los de a la ciudadanía abierta para sumar más adhesión, abrir el partido, escuchar mejor lo que nos pasa y poder entonces, transmitir y comprometer una propuesta país, eso es lo que le falta a la DC. Los liderazgos que hay que buscar son aquellos que atraigan al mundo de la centro izquierda y del centro político, esos son los liderazgos que valen la pena”, dijo.
El parlamentario dijo extrañar “una actitud distinta que, en primer lugar, deje que la militancia se sienta conforme con tal de que haya una representación política clara y una propuesta más allá de la cuestión electoral. La Democracia Cristiana se ha venido desperfilando porque se ha venido perdiendo dentro del concierto de las izquierdas y las derechas“.
“Qué es la DC, qué pretende, qué es lo que le plantea al país, qué desafía la DC, eso es lo que he estado echando de menos”, admitió.
Quizás su problemática más mediática fue la fuga de militantes tras el primer proceso constitucional, a raíz de su pronunciamiento por el “Apruebo”, que derivó en la irrupción de nuevas fuerzas políticas lideradas por ex parlamentarios de la falange que buscan disputar el centro político.
Para el exmilitante de la DC, diputado y presidente de Amarillos por Chile, Andres Joaunnet, el centro político hoy lo representa Demócratas y la colectividad que preside. “Estamos enfocados fundamentalmente en justamente darle identidad al centro político. Este país necesita acuerdos, transformaciones naturalmente y mejores condiciones sociales, económicas, de seguridad, de salud y educación, pero para eso se requieren grandes acuerdos”, afirmó.
“El país está demasiado polarizado y yo creo que uno tiene que ser claro y nítido respecto a sus posiciones y hoy por hoy, nosotros representamos el centro político lo que le ocurre a otro partido, la verdad es que, bueno, ellos tendrán que sacar sus propias conclusiones”, añadió.
Marcelo Mella: “La DC está en una crisis que implica una larga agonía”
Para el académico del Departamento de Estudios Políticos de la Universidad de Santiago, Marcelo Mella, “la crisis electoral de la DC no es una situación coyuntural a propósito del resultado de las primarias municipales, es un proceso de declinación largo que viene desde la recuperación de la democracia”.
“Hay que recordar que el partido demócratacristiano cae del 26% de los votos en las legislativas de 1989 al 4,2% en la legislativa del 2021, entonces es evidente que el partido está en una crisis que implica una larga agonía o declinación del partido“, aseveró.
Profundizando en los factores de su declive, Mella apuntó a razones estructurales como los ciclos de apogeo y declinación que históricamente sufren los partidos de centro, como anteriormente lo vivió el Partido Liberal y Radical, pero también llamó a considerar que “la base electoral de la Democracia Cristiana ha sido mayoritariamente católica y desde a mediados de la primera década del 2000, los partidos de la derecha en Chile han tenido como un foco electoral, principal estratégico, movilizar a ese sector. Ha surgido una competencia por el voto católico desde la derecha que ha tendido en el largo plazo a debilitar a la Democracia Cristiana, más aún con los nuevos partidos de ultraderecha que tienen una identidad conservadora”.
“Lo segundo, es que la DC se ha definido siempre como un partido de centro y eso no es tan sencillo porque desde la centro izquierda, desde lo que fue en algún momento la Concertación y también la Nueva Mayoría también hay una creciente presión por conquistar ese voto. Entonces, tiene por una parte competencia de la derecha para sacar los votos católicos y, por otro lado, tiene competencia de la centro izquierda para capturar el voto de centro”, sostuvo.
Consultado por las proyecciones políticas de la DC y espacios de recuperación, el analista advirtió que “si no existe un centro político, sea la Democracia Cristiana o sea otro partido, un centro político que esté representado por un partido fuerte, el sistema político chileno va a tener problemas hacia el futuro para construir acuerdos”.
“Entonces, hoy día en la Democracia Cristiana no pueden resolver ellos por sí mismo la crisis del partido porque de alguna manera tiene que ver también con una condición de fragmentación del sistema político que ellos no controlan, por lo tanto, creo que puede ser, una, como decían los peronista, larga agonía, y uno sabe que la resiliencia de los partidos es muy alta, por lo tanto, tampoco se trata de un proceso terminal necesariamente, pero yo creo que para que los partidos de centro y particularmente la DC, tengan una chance de tener un mejor resultado se necesita una reforma que disminuya el número de partidos, sino los esfuerzos personales van a ser esfuerzos caudillistas”, afirmó.
Por: Bárbara Paillal
Parlamentarios y directiva de la Democracia Cristiana. Foto: ATON.
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